El valle de El Socorro en Tegueste disfruta de un paisaje apacible y agrícola, surcado de caminos con carteles que proclaman orgullosamente “Travesía de los viñedos y la campiña de Tegueste”. Es un paraje fértil en el que se asientan bodegas tan conocidas en la isla como “La Isleta”, “El Infierno, “El Lomo” o “Marba”.
Pero este panorama puede cambiar radicalmente. En la Finca La Miravala, en el centro de El Socorro (enfrente de la Iglesia, una de la más antiguas de Tenerife (siglo XVI), y de la casa de Amaro Pargo), al lado de las zonas de ciudad-jardín de El Espinal y San Gonzalo y rodeada de los viñedos que producen el afamado vino de Tegueste, el nuevo Plan General de Ordenación (PGO) del Ayuntamiento de Tegueste pretende implantar una zona industrial: 60.000 metros cuadrados de suelo, clasificados como suelo rústico de protección agraria en la anterior versión del PGO del año 2007 y que ahora, por un convenio con los dueños de la Finca, se ha reclasificado como suelo urbanizable y apto para que se instalen en él empresas “dedicadas a uso no compatible con el uso residencial o que generen algún tipo de molestias a la población, como pueden ser talleres de chapa y pintura, de mecánica de coches, carpintería, cerrajería, etc.”. Esto podría suponer un polígono con más de 100 naves o talleres.
Los vecinos de la zona se movilizaron desde que se conoció el cambio en la 2ª aprobación inicial del Plan en el año 2009, la última que ha salido a exposición pública. Por un lado, junto a las molestias que para la población puede suponer esta gran concentración de actividad industrial (contaminación, ruidos…), se han esgrimido razones medioambientales: la zona donde se pretende situar este polígono industrial tiene un alto valor agrológico, puesto que en el Valle del Portezuelo y del Socorro se encuentran los mejores suelos del municipio, con buena fertilidad, baja salinidad y capacidad de retención de agua.El propio Informe de Sostenibilidad Ambiental (documento que evaluaba el impacto de las actuaciones previstas por el PGO2009) consideraba el terreno de La Miravala “de interés para su conservación desde el punto de vista agrícola productivo”, evaluándose la magnitud de su impacto ambiental como “crítica”.
Por otro lado, hay razones patrimoniales. No es de recibo plantar naves industriales frente a edificios de interés histórico, como son la ya citada Iglesia del Socorro y su entorno. Hay también razones paisajísticas: el polígono se ubicaría sobre un terreno con un desnivel superior a 30 m., y las naves industriales en esta loma se verían a gran distancia, cambiando irreversiblemente la fisonomía del Valle. Habría que considerar, asimismo, las carencias en infraestructura viaria. La carretera TF-154 del Portezuelo es de elevada pendiente y de trazado sinuoso, y atraviesa varios núcleos poblacionales, por lo que el tráfico pesado asociado al Polígono Industrial afectaría seriamente, tanto a la calidad de vida de toda la población del Valle como a la funcionalidad de la propia carretera, que ya soporta un elevado tráfico.
Además, el PGO debe adaptarse al Plan Insular de Ordenación de Tenerife en el que el núcleo del Socorro está situado sobre lo que se denomina un Área de Regulación Homogénea de Protección Económica, lo cual significa que el destino de estas zonas es principalmente la conservación y desarrollo de la actividad agraria u otros usos compatibles (por ejemplo, turismo rural), y quedan prohibidos otros, como los usos industriales no vinculados a la actividad agropecuaria o los terciarios, precisamente los que se prevé desarrollar en el Polígono Industrial.
Todas estas alegaciones vecinales, que cuestionan la legalidad del Polígono, fueron desestimadas por el Ayuntamiento y el Plan siguió adelante en la Aprobación Provisional de diciembre de 2010, sin que los vecinos hayan tenido oportunidad de presentar más alegaciones puesto que no ha salido a exposición pública. En estos momentos ha pasado a la COTMAC, organismo dependiente del Gobierno de Canarias que tiene la competencia para aprobar definitivamente los planes generales municipales.
De su dictamen dependerá que el Valle del Socorro siga siendo en el futuro una campiña llena de viñedos o que sus vecinos digan, como en aquella película de los años 40, ¡qué verde era mi valle!
Y, a propósito, Tegueste, “Villa entre viñedos”, como se autodenomina, celebra este abril el mes del vino. Su lema, curiosamente es este año “La exaltación de lo rural”.
(Felipe Henríquez vecino-reportero en loquepasaentenerife.com)